BALLESTILLA
La ballestilla fue la última invención náutica de la época de los grandes descubrimientos.
Permite determinar la altura de un astro por encima del horizonte, y calcular su latitud. Se le conoce también como «palo de Jacob», cruz geométrica o varilla de oro.
El célebre marino Pedro Sarmiento de Gamboa midió distancias lunares con la ballestilla para estimar la longitud a la que se encontraba en una ocasión en la que se perdió en alta mar, en medio de una gran tormenta (1580).
RELOJ DE SOL
El reloj de sol indicaba la hora local verdadera. Era, generalmente, de pequeño tamaño para poder llevarlo en un bolsillo, y provisto de una brújula para orientar la línea central en el sentido del meridiano.
Dado que los relojes normales de sol se construían para una determinada latitud, a medida que la nave se apartaba las indicaciones eran cada vez más erróneas. Para solucionar este problema se idearon los relojes «universales» o «generales», aplicables a todas las latitudes. El inventado por el tratadista de náutica Martín Cortés tenía, por ejemplo, un disco de horas movible para que en cualquier latitud el plano estuviera paralelo al del ecuador.
La limitación fundamental de estos relojes era que, obviamente, sólo podían utilizarse cuando lucía el sol.
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