Publicat 27/11/2011

Excursión al Delta del Llobregat

Texto y fotografías: Carlos Poveda Barreda

Esta salida se inscribe dentro de un conjunto de excursiones que se irán realizando cada poco tiempo y que se comunicará oportunamente.

Comenzamos la excursión en el Museo Marítimo, donde nos recogió el autobús, para trasladarnos, a través de la Zona Franca y el Prat del Llobregat, a un aparcamiento al final de la pista del aeropuerto (o al principio, según como se mire). Desde allí caminamos algo más de dos kilómetros a lo largo del canal de la Bunyola, rodeados de amplios humedales y con una vegetación variada donde destacan los grandes cañaverales. Un paseo muy agradable y sin prisas, acompañados de un día precioso.

Llegamos al mirador de la Bunyola, una construcción de madera desde donde se puede observar la variada fauna de pájaros. También se puede otear el delta, con el nuevo rompeolas del puerto, el antiguo cuartel de los carabineros, el semáforo, los importantes campos de cultivo y sobre todo el mar, con empenachadas crestas de espuma blanca en las rompientes olas.

Desde allí caminando paralelamente a la playa, llegamos a la antigua Caserna dels Carrabiners. Los primeros edificios del cuartel datan del año 1844. Su construcción fue promovida por el Cuerpo de Carabineros Reales para reprimir el contrabando, especialmente de tabaco, y vigilar la costa. Durante el golpe militar de 1936, los carabineros se mantuvieron fieles a la república, hecho que precipitó su disolución al finalizar la Guerra Civil. Desde 1939 hasta 1970, el cuartel estuvo ocupado por la Guardia Civil.

Continuamos hasta el Semàfor que data del año 1887. Su construcción fue llevada a cabo para regular el tránsito marítimo costero y evitar accidentes. Los vigías que vivían en el edificio alertaban al castillo de Montjuïc de cualquier incidencia. También recuperaban víctimas, objetos y embarcaciones naufragadas.

Desandamos el camino y el bus nos lleva al Prat, donde comemos magníficamente en Casa Ramón y regresamos a Barcelona.

Agradecer a Francisco, Patrón del Santa Eulalia, su amabilidad al acompañarnos haciendo de guia y darnos todo tipo de explicaciones.